A PUERTA CERRADA

Tres desconocidos en una habitación. La convivencia es obligada. Conseguirán salvarse?

«A PUERTA CERRADA» nos invita a reflexionar sobre el significado de la condena a través de la mirada del otro. Cómo nos comportamos ante la mirada ajena? ¿Quiénes seríams realmente sin ella? ¿Y si nos mostrásemos como realmente somos?”

El espacio

Dos lugares, la tierra y el infierno, conviven en un solo espacio. El espacio exterior, la tierra, el mundo de las apariencias. El segundo, un espacio atemporal, eterno presente en dónde sólo estarán ellos con ellos mismos y con los demás. El infierno. Los actos ya están cometidos, ahora sólo queda poder vivir con ellos.

El tiempo

Dos tiempos o dos percepciones del tiempo, el de la tierra y el eterno presente del Infierno. La eternidad a puerta cerrada.

(Desde el blog cultural lucash 1976):
lapensiondelaspulgas.com
Se obligará a exponer miserias y vergüenzas, se intentará manipular, atraer y rechazar a partes iguales, se ejercerá el chantaje psicológico y la violencia física. Todo con el fin de sobrevivir, no solo a los demás, sino también a uno mismo, y ser capaz, a pesar del desagrado y la vergüenza, de tolerarse y aceptarse.
Una escalada psicológica que el reparto actoral dirigido por Ernesto Arias solventa de manera resuelta, creando una atmósfera que agarra a los espectadores por la boca del estómago y les clava a las butacas dejándoles con la respiración entrecortada, viéndose existencialmente integrados en la acción y sintiéndose tan empáticamente desubicados como sus protagonistas. Un buen trabajo que responde de manera solvente a las exigencias de un inteligente libreto que, a pesar de contar con setenta años de vida, parece recién salido de la mente de su autor.